Marihuana: “La hierba sagrada y su sombra”
Jun 23, 2025Autor: Andrés Yañez
Una espiral de humo se eleva lentamente ante mis ojos, dibujando formas caprichosas en el aire. Recuerdo la primera vez que inhalé ese humo: la sensación de leve euforia, de paz tibia, como si una voz susurrante en mi interior me dijera que todo estaba bien. En aquel entonces la marihuana fumada me parecía una ceremonia sagrada, una medicina que abría la mente y calmaba el alma. La llamábamos “Santa María” con cierta reverencia irónica, convencidos de que su espíritu era benévolo. Nada parecía mal en ella: venía de la tierra, olía a bosque dulce, y en grupo compartíamos los porros como quien comparte una comunión secreta. Al principio, la experiencia era suave y luminosa. Bajo sus efectos descubrí nueva música con asombro, las risas brotaban fáciles y el mundo cotidiano adquiría un matiz mágico. Parecía un ángel de luz verde que me acompañaba, susurrando creatividad e intensificando los placeres simples de la vida.